Por qué la novela ganadora de nuestro premio te sorprenderá
Sí: la Guerra Civil española. Y sí: la Segunda Guerra Mundial. Existen en la ficción algunos temas, algunos contextos, a los que regresamos una y otra vez: historias de fantasmas o vampiros, detectives con malas pulgas que persiguen a un asesino en serie, el Holocausto o el Imperio romano... La novela de Miguel Ángel Martín tiene el doble mérito de haber conquistado al jurado de nuestro premio navegando en aguas que todos los amantes de la ficción conocemos muy bien.
¿Dónde está aquí el factor sorpresa, entonces? Además de una impecable factura, el mayor acierto de Deriva continental consiste en haber abordado ambas guerras desde la periferia o, al menos, desde ángulos a los que no estamos tan acostumbrados. María es una estudiante universitaria que ha llegado a Madrid desde las tranquilas playas de l'Escala y cuyo destino queda marcado a fuego por dos pasiones accidentales: el descubrimiento del ideario comunista y el amor por un miembro de las Brigadas Internacionales.
Es la mano de María la que nos guía a través de la Guerra Civil hasta llegar al Londres bombardeado de la Segunda Guerra Mundial. Y aquí, la perspectiva da un salto enorme y cae en la fría estepa rusa, donde nos encontramos con Serguéi, un joven soldado que intenta comprender por qué (y por quién) está luchando en aquel apocalipsis. Él es quien nos da a conocer los claroscuros del régimen soviético para que nosotros los juzguemos, él es quien ilustra cómo se vivía y moría en los campos de prisioneros japoneses.
Deriva continental es una excelente muestra de que la ficción es el mejor camino para leer la historia conjunta de los hombres todas las veces que sean necesarias, desde sus ideas más grandes hasta sus pesadillas más equivocadas.