Lecturas únicas y arte en cada página

¿Qué es un «libro de artista»?

Es una obra diseñada por un artista visual, que cuenta con elementos que reconocemos como partes de un «libro» (páginas, encuadernación, portada), pero donde el concepto o los materiales están desarrollados de forma más creativa que en el formato tradicional. Se trata de un tipo de expresión creativa que tiene su propia categoría como disciplina artística. Suelen ser piezas únicas o formar parte de ediciones limitadas, y por regla general están hechos a mano mediante técnicas artesanales.

 

Algunos ejemplos contemporáneos

Artistas de renombre como Jaume Plensa, Fernando Botero o Miquel Barceló han participado en el proceso creativo de ediciones limitadas de libros de artista. Son piezas que llevan el sello personal de cada uno y que pueden disfrutarse a varios niveles: además de su valor plástico, incluyen ensayos exclusivos para cada edición, cuadernos de notas o material gráfico del archivo personal del autor.

También hay proyectos que integran, en ediciones únicas, a talentos separados en el tiempo. Es el caso de Pablo Picasso, que a finales de los años sesenta colaboró en una edición limitada de La Celestina, de Fernando de Rojas, con una selección de grabados de su Suite 347. De este modo, dos genios quedaron unidos para siempre en una visión irrepetible de un clásico de la literatura universal.

 

¿Por qué decimos que son obras de arte?

Cada uno de estos libros puede integrar lenguajes diversos, técnicas mixtas o características propias de una obra escultórica. Son piezas que permiten combinar disciplinas como el grabado, la narrativa, la tipografía, la ilustración, la poesía o la impresión. Las posibilidades son infinitas.

En definitiva, son obras innovadoras y de gran impacto estético que ofrecen, además, la oportunidad de ser admiradas en un espacio privado: es como disponer de un fragmento de la historia del arte en una sala de estar.

 

Un poco de historia

Esta modalidad creativa se consolidó con las vanguardias artísticas de los años cincuenta y sesenta. Su precursor evidente en el livre d'artiste, surgido en Francia entre finales del siglo XIX y principios del XX. Una muestra de esta época es una edición ilustrada y limitada de poemas de Paul Verlaine. También podemos encontrar manifestaciones muy anteriores como, por ejemplo, en algunas obras de William Blake, en el siglo XVIII, o incluso en los manuscritos iluminados de la Edad Media.

Sin embargo, es en los años sesenta cuando la idea da el giro conceptual que la convierte en lo que conocemos hoy como «libro de artista»: un objeto donde se deconstruyen las partes de un libro para crear una obra con personalidad propia. Este enfoque interdisciplinar se manifestó a través de corrientes como el futurismo italiano, el surrealismo o algunas obras de Marcel Duchamp.

A partir de los años setenta muchos artistas hicieron suyo este concepto como medio de expresión. La creación de un libro de artista, en las últimas décadas, ha llegado a incluir desde la experimentación con nuevas tecnologías hasta la recuperación de técnicas tradicionales de impresión y encuadernación.