Ideas sencillas para decorar tu casa en otoño
Cada estación señala un cambio. El final del verano, además, marca el momento de un nuevo comienzo tras las vacaciones. Por eso es importante saber crear espacios que respiren bienestar.
Este año (más que nunca) queremos que nuestra casa sea un refugio acogedor y cálido (pero sin las temperaturas que nos ha dado este verano). Bastan unos sencillos ajustes para conseguir un toque hogareño.
Colores
Es el momento de los tonos castaños, verdes, marrones, tierra o teja. Si cambias las fundas de los cojines y optas por uno de estos colores ya habrás conseguido un pequeño gran cambio.
Los tonos amarillos, ocres y dorados también son un buen complemento. Si vas a pintar las paredes, elige un color neutro: blanco, beis o gris.
Un color que se apunta como tendencia para este otoño-invierno es el rosa, concretamente el fucsia, que también combina con blancos, grises y arenas.
Texturas
El concepto clave es «suavidad». Las telas tienen que aportar confort y resultar acogedoras. Piensa en tejidos más gruesos para los cojines y en mantas de lana, trenzadas o lisas, o plaids para el sofá. Es un buen momento para cambiar las cortinas: busca telas más tupidas.
Este otoño se llevarán los tonos cálidos de madera, los materiales trenzados y también texturas como el mármol, un favorito de siempre.
Estilo rústico
Aunque es atemporal, esta es una de las tendencias para este otoño. En líneas generales, consiste en apostar por una decoración conectada con la naturaleza.
Incluye muebles fabricados con fibras naturales (y, sobre todo, sostenibles), lavabos de mármol y grifería clásica, cerámica tradicional, vigas de madera y lámparas con pantallas trenzadas a mano.
No se trata de recargar las habitaciones con elementos antiguos. Lo importante es mantener un equilibrio entre los elementos rústicos y los estilos contemporáneos. Por ejemplo, en un salón pequeño puede bastar con un espejo con marco de madera de pino, que transmite profundidad, sobre una pared blanca.
Estilo japandi
Esta fusión de estilos japonés y escandinavo, que lleva tiempo cobrando fuerza, busca espacios despejados y minimalistas, en consonancia con elementos naturales y piezas de artesanía.
El objetivo es transmitir sencillez y confort, sin decoraciones superfluas. Para ello hay que optar por elementos funcionales, colores neutros, fibras naturales, piedra, bambú y maderas poco trabajadas y en tonos claros. Sin olvidar las plantas de interior.
Flores
Son adecuadas como elementos decorativos en estampados (con colores rojizos o tonos tierra, con toques de azul marino o verde oscuro, por ejemplo), pero también existe una amplia variedad de flores y otros vegetales secos. Por ejemplo, girasoles, lavanda, calabazas o brezo. Y, por supuesto, hay plantas de interior muy indicadas para esta época del año.
Alfombras
Este es un elemento que no puede faltar. Las alfombras, además de aportar calidez, protegen el suelo y te permiten suavizar tus pasos e incluso descalzarte. Las opciones son ilimitadas: desde las piezas étnicas hasta los diseños geométricos, y del estilo industrial a los tejidos naturales.
Tu sillón favorito
Ahora que el salón recupera protagonismo, crea un espacio de lectura, con una luz suave (todo lo que no has podido tener a tu alcance cuando intentabas leer en la playa). El día se acorta cada vez más y pronto necesitarás fuentes de iluminación auxiliar. Son ideales para crear espacios íntimos, en lugar de recurrir a la luz general.
Dormitorio
Pronto te apetecerá taparte por las noches (aunque durante el verano es lo último que se te podía ocurrir). Los tejidos naturales como el lino y el algodón son la mejor opción para aumentar el confort al elegir la ropa de cama.
Nórdicos, edredones, mantas… Piensa en motivos florales sobre base gris, que darán un toque elegante y natural a tu dormitorio. Los marrones rojizos y los tonos mostaza son también una opción atractiva. Como siempre, es importante tener en cuenta que su textura sea suave y sedosa.
Reciclaje
Piensa en la posibilidad de rescatar muebles antiguos que puedan restaurarse, o en encontrarle una nueva utilidad a alguna pieza que ya no usas: desde un bloque de piedra a los cajones de un armario del que quieres deshacerte.
Paredes
Plantéate un cambio que puede marcar la diferencia sin necesidad de comprar muebles nuevos ni reestructurar espacios: ¿y si sustituyes los cuadros y otros elementos que decoran tus paredes? Piensa en tonos cálidos o en un estilo que aporte serenidad y una ambientación adecuada para la nueva etapa que empieza.