Realidad y ficción en el valle del Baztán
Amaia Salazar: una protagonista con un pasado oscuro
Es inspectora de la Policía Foral de Navarra, formada en la academia del FBI. Tuvo una infancia difícil en un pueblo del Baztán, donde lo sobrenatural formaba parte de la vida cotidiana. Hoy aún duerme con la luz encendida, dispuesta a resolver un caso digno de sus peores pesadillas. Y tiene motivos muy profundos para cumplir su misión.
Escenario: un Baztán mágico
En el Pirineo navarro hay un lugar que conserva sus viejas tradiciones. Es el valle del Baztán, cuyas montañas fueron refugio de brujas y hechiceros. Ahí está, por ejemplo, la cueva de Zugarramurdi, lugar escogido en otros tiempos para celebrar aquelarres. Esta combinación de naturaleza y leyenda ha convertido el valle en el escenario ideal para una saga de misterio.
El horror existe en el mundo real
Hace más de treinta años, una secta asesinó a un bebé en un caserío de Navarra cercano al Baztán. Los responsables hicieron desaparecer el cadáver y siguieron con sus vidas sin pagar por este oscuro crimen ritual. Este caso conmovió a Dolores Redondo y fue el punto de partida para su historia.
Un mundo de mujeres valientes
La autora, hija de un marinero, se inspiró en la sociedad que conoció en su infancia: «Quería escribir una novela sobre el matriarcado, hablar de familias como la mía en las que las mujeres tienen mucha fuerza y quedan al frente del hogar cuando los maridos tienen que salir a buscarse la vida. Unas veces volvían y otras no. En la zona donde yo vivía había un índice altísimo de viudas y huérfanos».